Según el Diccionario de la lengua española (RAE, 2014), el término calidad tiene varias definiciones, entre ellas:
- “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”.
- “Buena calidad, superioridad o excelencia”.
En general, cuando se hace un juicio relativo a la calidad de un producto o servicio, se describe el resultado de la evaluación. Este juicio corresponde a la segunda acepción de calidad. Así, se puede decir que los perritos calientes "dogos" de la plaza Emiliana de Zubeldía son buenos, lo que denota que el juicio sobre la calidad es positivo. En estos casos, la evaluación es general, sin considerar propiedades particulares del objeto/servicio bajo evaluación.
Si se desea juzgar el valor de un conjunto de productos similares, entonces es importante identificar el conjunto de propiedades de los productos que guiarán la evaluación. En este caso, se aborda la primera acepción del término calidad. Considere, por ejemplo, la compra de un automóvil, ¿Qué propiedades inherentes al automóvil dirigirán la toma de decisiones? Si la meta es la compra de un automóvil de ocasión (usado), quizás tome en cuenta el kilometraje del automóvil, el año de salida al mercado, el tipo de mantenimiento que tiene el automóvil, entre otros. En este caso, la valoración de cada una de estas propiedades y la relevancia que tenga cada una de ellas para el evaluador determina un orden de prioridad entre los automóviles comparados.
En esta asignatura, calidad, en términos generales, se define con la primera acepción del diccionario (RAE, 2014). Se necesita identificar aquellas propiedades del software que puedan ser medidas, cualitativa o cuantitativamente, y que permitan tomar decisiones respecto de su nivel de calidad.
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